¡Hola a todos!
Esta receta participa en el primer concurso de cocina extremeña organizado por Extremacalidad y patrocinado por Jacoliva, Jamones Casa bautista y Seur.
Me lo he pasado en grande buscando recetas típicas de extremadura y que además llevasen los ingredientes necesarios ¡y he aprendido un montón!. Pero después de mucho voltear, me he decidido por estas migas que tienen una pinta espectacular.
Es la primera vez que hago migas. Mi padre es andaluz y aunque he comido un par de veces en casa de mi tía y de mi abuela, en nuestra casa no las hemos hecho nunca ¡y mira que nos gustan!. También una vez las comí en el huerto de los padres de mi amiga Sonia, ¿os imaginási unas migas al fuego de leña? Impresionantes, os lo digo yo. Así que hoy me estreno y con mucha ilusión. Las haré con pan, pero tengo pendiente preguntarle a mi tía que harina utiliza, porque ella ¡las hace con harina! Santa paciencia y trabajazo.
Siempre he oído que las migas de harina son más difíciles de hacer que las de pan y si es así, me pongo a los pies de todos aquellos hogares donde las migas de harina (o de pan) sea un plato habitual. Me duele la mano y el brazo sobremanera. Creo que ha sido una de las experiencias culinarias más duras que he tenido ¡jajajjajja!. Recomendación personal: plato contraindicado para todos aquellos que tenéis lesiones de mano, muñeca, brazo, hombro derechos (o izquierdos, si sois zurdos) o espalda en general.
En los 15 primeros minutos de venga picar y remover y picar y remover y picar y remover, aquello era una masa informe, y parecía que cada vez iba a peor en lugar de coger forma de migas. He tenido un rápido pensamiento de pánico: ¿y si lo estoy haciendo mal? ¿y si no sale nada?.... Porque además iba a comer a casa de mis padres, y les había prometido que llevaría unas migas...Pero el momento de pánico paso jejejej.
Pasados unos 25 minutos de picar y remover y picar y remover y picar y remover, aquello parecía que empezaba a tomar consistencia (casi lloro de emoción, os lo juro). Creo que se debe a dos cosas:
- primera: he subido el fuego (lo tenía a 6 de la vitro y lo he subido a 8)
- segunda: de vez en cuando mi brazo y mi mano me pedían a gritos un paron. Sacaba la sarten del fuego, medio minuto o así y lo dejaba reposar, mientras mi cuerpo descansaba. Lo habré hecho un par de veces. Creo que ha ayudado a la masa a centrarse en su objetivo ¡jajajajjaja!.
Así que ya os digo ahora, que para esta receta son necesarias dos cosas: tiempo y resistencia. Pero eso sí, si aguantáis hasta el final la recompensa vale muchisimo la pena ¡porque estan buenísimas!. Me estoy imaginando más de una cara sonriendo y pensando: "válgame Diós, que exagerada!" jajajajjajaja.
Es la primera vez que hago migas. Mi padre es andaluz y aunque he comido un par de veces en casa de mi tía y de mi abuela, en nuestra casa no las hemos hecho nunca ¡y mira que nos gustan!. También una vez las comí en el huerto de los padres de mi amiga Sonia, ¿os imaginási unas migas al fuego de leña? Impresionantes, os lo digo yo. Así que hoy me estreno y con mucha ilusión. Las haré con pan, pero tengo pendiente preguntarle a mi tía que harina utiliza, porque ella ¡las hace con harina! Santa paciencia y trabajazo.
Siempre he oído que las migas de harina son más difíciles de hacer que las de pan y si es así, me pongo a los pies de todos aquellos hogares donde las migas de harina (o de pan) sea un plato habitual. Me duele la mano y el brazo sobremanera. Creo que ha sido una de las experiencias culinarias más duras que he tenido ¡jajajjajja!. Recomendación personal: plato contraindicado para todos aquellos que tenéis lesiones de mano, muñeca, brazo, hombro derechos (o izquierdos, si sois zurdos) o espalda en general.
En los 15 primeros minutos de venga picar y remover y picar y remover y picar y remover, aquello era una masa informe, y parecía que cada vez iba a peor en lugar de coger forma de migas. He tenido un rápido pensamiento de pánico: ¿y si lo estoy haciendo mal? ¿y si no sale nada?.... Porque además iba a comer a casa de mis padres, y les había prometido que llevaría unas migas...Pero el momento de pánico paso jejejej.
La masa a los 15 minutos |
Pasados unos 25 minutos de picar y remover y picar y remover y picar y remover, aquello parecía que empezaba a tomar consistencia (casi lloro de emoción, os lo juro). Creo que se debe a dos cosas:
- primera: he subido el fuego (lo tenía a 6 de la vitro y lo he subido a 8)
- segunda: de vez en cuando mi brazo y mi mano me pedían a gritos un paron. Sacaba la sarten del fuego, medio minuto o así y lo dejaba reposar, mientras mi cuerpo descansaba. Lo habré hecho un par de veces. Creo que ha ayudado a la masa a centrarse en su objetivo ¡jajajajjaja!.
Las migas a los 25 minutos |
Así que ya os digo ahora, que para esta receta son necesarias dos cosas: tiempo y resistencia. Pero eso sí, si aguantáis hasta el final la recompensa vale muchisimo la pena ¡porque estan buenísimas!. Me estoy imaginando más de una cara sonriendo y pensando: "válgame Diós, que exagerada!" jajajajjajaja.
Un apunte antes de presentaros la receta. El cerdo de raza ibérica se alimenta con bellotas, ricas en grasas insaturadas que favorecen la salud cardiovascular (al contrario de otras carnen que contienen grasas saturadas y aumentan el riesgo de sufrir problemas de ese tipo). Además, la carne de cerdo ibérico es rica en ácido graso oleico, principal componente del aceite de oliva. ¿A que es una maravilla? Pues todos los productos de Jamones Casa Bautista, son de esta magnífica calidad.
Ingredientes (4 o 5 personas)
2 o 3 barras de pan de hace dos días (compráis el pan un par de días antes, y lo guardáis en una bolsa de tela o encima del mármol, nunca en una bolsa de plástico)
4 o 5 lonchas de panceta ibérica
2 o 3 chorizos ibéricos Ristra (sería perfecto añadirle también 1 morcilla patatera)
1/2 taza de aceite de oliva Jacoliva virgen extra
1 cabeza de ajos
Uvas (unos 500 gr)
Agua (para empapar el pan) y sal.
¿Cómo?
Cortamos el pan a trozos y lo ponemos en una bandeja. Mezclamos el agua con la sal (he puesto aproximadamente medio litro (en dos veces) y un par de cucharaditas de sal. Poned la mitad de agua, y si véis que no es suficiente, añadid más). Bañar el pan con el agua, pero con cuidado de empapar todo el pan por igual. Cubrir con un paño de cocina limpio y dejar unas horas hasta que el pan esté bien empapado (con 3 o 4 horas es suficiente).
En una sartén poner aceite de oliva Jacoliva virgen extra y freir la panceta ibérica y el chorizo ibérico Ristra hasta que estén doraditos. Escurrir bien y reservar en un plato.
Agregar a la sartén los ajos pelados y enteros y cuando esten doraditos añadir el pan y darle vueltas con una espumadera hasta que quede bien impregnado del aceite de oliva. A partir de ese momento, empezamos a picar el pan con cuidado y vamos removiendo. Picar y remover, picar y remover, picar y remover....
Cuando el pan esté bien picado y suelto, añadimos la panceta y el chorizo ibérico y seguimos picando y removiendo.
¿Cómo va ese brazo? jejejejejej.
Rectificamos de sal si es necesario.
Cuando esten ya echas, dejamos en la sarten para que cojan una capa más doradita. Removemos y volvemos a dejar. Removemos y volvemos a dejar. Y así varias veces.
Y 45 minutos después de picar y remover, picar y remover y picar y remover ¡por fin las migas! |
Finalmente emplatamos y servimos con las uvas peladas y sin hueso. Otra opción sería sustituir las uvas por una granada.
Además también lo hemos acompañado con unos boquerones frititos que le han acabado de dar un toque fantástico.
Y...
¡¡¡¡BON PROFIT!!!!
Información nutricional
En principio es fácil considerar los CH relacionados con las harinas. Sólo es pan. Con lo cuál cada 20 gr hace una ración. Personalmente, no me pondría más de dos o tres raciones (40 o 60 gr), ya que es un plato calórico y contundente. Además considerad que es un plato único en todos los sentidos: incluye las proteínas, las grasas, los farinaceos y además la fruta (ya que lleva uvas). Aún así, no creo que haya problema por acompañarlo de un yogurt desnatado de postres.
que buena olga me llevaria unas pokitas mi vida
ResponderEliminargracias por tu apoyo un beso enorme
Olga estas migas están diciéndome...cómeme. Pues fíjate tú que aunque mi padre es extremeño, en casa no las hemos hecho nunca....será porque mi madre no lo es, jajaja
ResponderEliminarEl caso es que yo tampoco me he aficionado a ellas, todo y que cuando las he probado también me han gustado...Voy a ver si un día las preparo pero de pan, porque si las de harina son más difíciles....jajaja apaga y vámonos!!!
Un besazo guapa.
Ah y me gusta mucho los apuntes nutricionales que pones al final de cada receta.
¡Hola Cristina! Gracias guapa! Un besazo!
ResponderEliminarMABEL! A mi me gustan mucho, pero vaya trabajazo. La verdad es que no sé si las de harina son más dificiles, eso he oído siempre, pero lo mismo es un mito ¡jejejejje! Un día las haré y así compararé. Gracias guapa! Un beso,
¡Qué pasada Olga! Yo creo que ha merecido mucho la pena porque tienen una pinta estupendísima.
ResponderEliminarCuando estuve por Cáceres, quise probar las migas, pero creo que tuve mala suerte porque no estaban buenas, no elegí el sitio adecuado, ya tendré más oportunidades y si no, me tocará manos a la obra.
Besos.
Hola Nieves!
ResponderEliminar¡¡¡¡La verdad es sí mereció muchisimo la pena!!! Estaban riquisimas! Aunque requiere esfuerzo físico, no son muy complicadas, seguro que si te animas te quedan estupendas.
Un beso!